Recién ordenado sacerdote Villanueva de Duero, su primera parroquia. Vista panorámica de la iglesia parroquial. D. Tiburcio Arnaiz estuvo de párroco desde 1890 a 1893 Villanueva de Duero (Valladolid), iglesia parroquial. D. Tiburcio Arnaiz estuvo de párroco desde 1890 a 1893 Le gustaba jugar al tresillo, y tenía suerte porque ¡ganaba siempre! Cuando los otros jugadores se metían con él, enrabietados, él les decía bromeando: “Qué decís tanto? ¡Si yo he de ser santo y alguno de vosotros lo ha de conocer!” Estas y otras salidas parecidas, dichas con espontáneo ingenio, lo hacían caer simpático a todos. Por eso todos coinciden en decir que durante los tres años de su estancia en Villanueva de Duero no hubo enconos entre los vecinos porque el cura tuvo gracia para atraerlos a todos y mantenerlos en paz. Villanueva de Duero (Valladolid), iglesia parroquial. D. Tiburcio Arnaiz estuvo de párroco desde 1890 a 1893 Nuestra Sra. de Piedad, imagen de Piedra de la Edad Media en Villanueva de Duero Villanueva de Duero, pila de bautismo, existía en tiempos del P. Arnaiz Viillanueva de Duero (Valladolid) - cruz que ya se conservaba en tiempos del P. Arnaiz Poyales del Hoyo(Ávila) en invierno - principios de siglo XX. Fue su segunda parroquia. El P. Arnaiz estuvo de aquí desde 1893 a 1902 Poyales del Hoyo (Ávila) en la actualidad. Estuvo de párroco desde 1893 a 1902 Vista general de Poyales del Hoyo en Ávila con sus campos frutales Iglesia parroquial de Poyales del Hoyo (Ávila) Retablo mayor de Ntra. Sra. de Gracia de la iglesia parroquial del Poyales del Hoyo (Ávila). . Desinteresado y dadivoso, costeó el arregló del templo, pronto se ganó el corazón de sus feligreses sembrando la unión y concordia entre los vecinos. En Poyales del Hoyo, alrededor del año 1900 con su hermana y algunos feligreses. Cuando hubo de dejar Poyales para entrar en la Compañía de Jesús decía conmovido: “Amo tanto a mi pueblo, que no le cambiaría por una mitra; solo la voz de Dios tiene poder para arrancarme de mi parroquia” Una calle de Poyales del Hoyo, finales de siglo XIX Poyales del Hoyo, plaza de la fuente. Cariñoso y paciente enseñaba la doctrina a los más pequeños y visitaba con asiduidad a los enfermos. Todos le conocían y él los conocía Se doctoró en Teología en Toledo - 1896 En Poyales del Hoyo con sus feligreses, finales de siglo 1899 o 1900 3 Ermita de San Sebastián- Poyales del Hoyo (Ávila) El P. Arnaiz en Poyales del Hoyo de 1893-1902. “Yo vivía muy a gusto y me daba muy buena vida pero temía condenarme”, es decir, vivía haciendo su voluntad y sintió que el Señor lo llamaba a sujetarla bajo obediencia para asegurar la salvación de su alma. De este modo su pensamiento volaba a la vida religiosa. En Poyales del Hoyo, alrededor del año 1900, con su hermana y algún amigo del pueblo. Tenía deseos de hacerse religioso pero se presentaba ante sus ojos un obstáculo insuperable, su anciana madre, a quien amaba y veneraba y era él el único amparo de su vejez. Mas Dios dispuso llevársela al cielo en marzo de 1899 y tronchar así de un tajo en el hijo todos los afectos que le retenían unido a la tierra. La pena destrozó su corazón. “Fue tanto lo que sufrí, que me dije: ya no se me vuelve a morir a mí nadie, porque voy a morir yo a todo lo que no sea Dios.” Gregoria, hermana de D. Tiburcio. Una noche después de cenar, se sentaron los dos hermanos, Tiburcio y Gregoria a leer como tenía costumbre el Año Cristiano. Leyó ella, con voz suave y conmovida la vida de varios santos, y ya sin poder contener las lágrimas, dijo a su hermana: “Ay Tiburcio, cuántas cosas hicieron los santos por Dios y nosotros qué poco hacemos! ¿Vamos a pasarnos la vida sin hacer nada por Él?, deberíamos irnos cada uno a un convento y allí servir a Dios con perfección lo que nos queda de vida”… Voz del cielo pareció ésta al que únicamente esperaba la decisión de su hermana para entregarse a Dios. Dedicación de un libro espiritual que se conserva en Poyales del Hoyo Sacerdote diocesano 1890-1902 - marzo 5, 2018 - 1211 Visitas